Loros
Dentro del fabuloso mundo de las aves hay cientos de especies, pero no todas se pueden tener en casa. No obstante, una de las más queridos por los amantes del cuidado de aves es el loro, un perfecto animal de compañía.
¿Qué es un loro?
Antiguamente todos los tipos de loros se agrupaban
en una sola familia, conocida como Psittacidae, pero debido a las enormes
variantes que han ido surgiendo con el paso de los años y las subfamilias, poco
a poco el nombre de psittacoidea acabó dejándose para el loro común. Estos se encuentran
repartidos por los diferentes continentes, cada uno con una característica que
los hace únicos.
Por norma general los loros miden entre
30 y 40 centímetros, tienen un pico curvado con una mandíbula inferior con cierta movilidad
y una gran capacidad craneal, lo que lo convierte en una de las aves más
inteligentes junto con lo agapornis. Son muy buenas voladores y se pueden
agarrar a las ramas de los árboles y trepar por ellas con gran
destreza gracias a las garras de sus patas.
La intensa coloración de la pluma es otra de las
características del loro. Por norma general el color predominante
suele ser el verde, pero en algunas especies tienen otras tonalidades como el azul, el
rojo o el amarillo. La mayoría de especies son monógamas, andando en
cavidades de árboles o como en túneles escavados.
Algunas especies pueden imitar una gran cantidad de
sonidos, incluyendo la voz humana, lo que ha hecho que se ganen una gran fama
entre los amantes de las aves.
La esperanza de
vida de un loro, ¿cuánto es?
Frente a otras aves que viven en cautividad, lo
cierto es que los loros son animales que resultan ser bastante
longevos. Aunque la esperanza de vida depende de la especie de loro que sea.
Por ejemplo, un loro guacamayo puede alcanzar los
100 años de vida si tiene los cuidados necesarios, aunque su esperanza de vida
media suele ser los 80 años. Si es una cacatúa, esta suele vivir entre 60 y 20
años, mientras que los loros grises y las amazonas suelen vivir 50 años. En el
caso de los conuros la esperanza suele ser de unos 30 años.
Aunque es una esperanza de vida larga, el 70% no llega a la
esperanza de vida máxima, debido a la contaminación del ambiente de las
ciudades, una mala alimentación o que sufran accidentes al andar sueltos por la
casa, como morder un cable, golpearse con el cristal de una ventana…
El loro como
mascota, ¿es buena?
Los loros llevan muchos años siendo mascotas de los
seres humanos. Pero, a la gran pregunta si es mejor un loro que cualquier otro
animal, la respuesta sería que sí.
Por supuesto los loros tienen su carácter y algunas veces pueden
ser muy agresivos en el caso de que lo vean necesarios. Además, pueden desarrollar
preferencias hacía algún tipo de personas, lo que puede llevar consigo que
desarrolle un problema de comportamiento que le pueda llevar a actuar de una
forma u otra con el fin de llamar la atención. En el caso de tener un loro para
toda la familia, hay que tener mucho cuidado con que solo muestre cariño con un
solo miembro de esta.
También hay que tener en cuenta que un loro no es un animal
pensado para niños pequeños, ya que no tienen los suficientes conocimientos y
habilidades para cuidar de él. El loro debe estar siempre a cargo de una
persona adulta que pueda cubrir sus necesidades.
Hembra o macho,
¿cómo saberlo?
Cuando uno quiere tener un loro en casa, es normal
que quiera saber si es macho o hembra, especialmente si está pensando en la
cría de loros.
Lo normal es que las hembras sean un
poco más agresivas que los loros, por lo que observando el
comportamiento de este sería fácil distinguirlos. Pero si esto no es
suficiente, se puede observar el tamaño y el color de sus plumas. Cuando son
adultos, los machos son de mayor tamaño que la hembra, especialmente la
cabeza, en cuánto a los colores, tienen tonos más chillones y vistosos que los
de las hembras.
Por supuesto la forma más sencilla sería a través
de la pelvis del loro, puesto que las hembras tienen los huesos de la pelvis
más separados para así poder poner sus huevos.
Elegir el lugar
adecuado para su jaula
Antes de pensar en comprar un loro, primero de todo
hay que saber si se tiene un lugar indicado en la casa dónde ubicar su jaula.
Muchos dueños novatos cometen un gran error al situar mal la jaula de su loro,
razón por la que vive mucho menos tiempo.
Lo primero a tener en cuenta es la altura. La jaula
debe estar situada más o menos a la misma altura de los ojos de su dueño. ¿Por
qué motivo? En el caso de que la jaula esté demasiado alta, el ave mirará hacía
abajo cuando vaya a recibir a su dueño, lo que le hará creer que tiene la voz
cantante en el hogar y no tolerará que lo molesten o lo “castiguen” cuando haga algo
que no le gusta a su dueño. En cambio, si está por debajo de los ojos, puede entender
que él es quien está dominado y tiene que obedecer.
Por este motivo, lo mejor es que se encuentre en un
punto similar a la altura de los ojos, para que así se sienta de igual a igual
con su nuevo dueño. En el caso de que el loro se muestre muy agresivo o
dominante, se puede bajar la jaula para que comprenda que no tiene el control.
No obstante, hay que tener cuidado si se tienen otros animales en casa, puesto
que es un animal muy asustadizo, por lo que la jaula también debe estar a la altura
necesaria a la que no puedan llegar perros o gatos.
La jaula también debe estar situada en
un lugar dónde reciba la justa y necesaria luz del sol. No es bueno que
le dé directamente, salvo una hora al día como mucho, además debe ser un lugar
en el que no reciba fuertes corrientes de aire durante el invierno y que pueda
estar tranquilo, lejos de ruidos. Por lo que, lugares como balcones o cocinas
quedan totalmente prohibidos. El salón puede ser un buen lugar, sobre todo
porque les gusta ver el televisor y pueden aprender alguna palabra viendo los
programas.
Además, cuando cogen confianza con la familia, los
loros consideran a los seres humanos de la casa su “bandada”, y tiene que estar
situado cerca de dónde se realice la gran mayoría de la actividad familiar.
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